martes, 7 de agosto de 2018

Narrativas docentes para una educación para la Agenda 2030. Documento IBERCIENCIA No. 6

En el Hilo de Ariadna... Intervención académica para la mediación de la lectura a través de los materiales del CECC - OEI.

4 de agosto de 2018

Documentos de Trabajo de IBERCIENCIA Nº 6

Varios Autores miembros de la Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.

Hace algo más de un año Dagoberto Ramírez Alarcón, profesor de Estado de Chile, nos compartía un texto que titulaba: "Desde el entorno personal y la realidad regional/global a la autorrealizacion: IBERCIENCIA, el hilo de Ariadna" y una profesora española, pocos meses después no compartía su artículo "La felicidad de dar". Con ese marco hemos querido recoger en este documento casi 30 trabajos de otros tantos miembros de la Comunidad. Ahora que el mundo tiene una ventana de esperanza para ser más justo y solidario con la Agenda 2030 y sus ODS su lectura nos ayudará, sin duda, a hacerlos más viables.


Una Comunidad con varias señas de identidad pero en las que destaca la de ser medio para que el profesorado tome la palabra y narre sus ideas, proyectos y ambiciones. En realidad son gigantes a cuyos hombros podremos ver más lejos.

Presentación

En julio de 2009 arrancaban dos proyectos unidos por un interés común: la cultura científica. Se trataba de tener un espacio desde el que poder apoyar la ciencia en Iberoamérica por medio de la divulgación científica.
La primera de las partes era el desarrollo de un portal de noticias de ciencia en la que se difundiera la ciencia de origen iberoamericano y la segunda la preparación de unos materiales didácticos en la que se aprovecharán la información de prensa sobre ciencia con unas propuestas de trabajo en el aula.

El trabajo con los profesores se inició con un curso en el que participaban 1.400 de casi todos los países iberoamericanos atendidos por un amplio equipo de tutores coordinado desde la Universidad de Oviedo. Las tareas consistían en la aplicación de esos materiales y la elaboración de un informe del trabajo realizado en el aula. Solo en los 6 meses que duro el curso las cifras eran formidables. El material había sido usado por cientos de miles de estudiantes y las observaciones de los docentes y las opiniones de los alumnos permitieron validar la estrategia usada.

Cuando se acaban de cumplir 9 años de existencia de la Comunidad ya son más de 5.000 los docentes que se han adherido y el banco de materiales superan los 400 con el nombre de Contenedores para Cultura Científica.

Pero hubo un hecho singular en 2012. Una docente de Jujuy hacia un llamamiento a los demás miembros de la Comunidad para unirse en un trabajo colaborativo con sus estudiantes que consistía en investigar en cada localidad el tratamiento de los residuos en cada una de las ciudades. 27 profesores y casi 1.000 estudiantes participaron en el proyecto que al finalizar meses más tarde nos mandaban un informe global en el que de manera destacada figuraba el dar a conocer al mundo educativo iberoamericano la experiencia realizada.
Aquello fue un punto de inflexión en el proyecto ya que, aunque se continuaba con el portal IBERDIVULGA y con la entrega de nuevos materiales para los Contenedores, se añadió la creación de una sección, a la que llamamos Comunidad, en el portal con textos producidos por los miembros de la Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.

Hoy podemos afirmar que el 90% de los días del año se publica un texto que ha sido escrito y desarrollado por un docente. Ya son más de 2.500 las piezas que han sido publicadas y a través de ellas conocemos mucho mejor la realidad de las aulas iberoamericanas.

Aunque hay de diversos tipos desde entrevistas a amplios reportajes tienen un valor singular aquella en las que se narran experiencia de aula.

En este Documento de IBERCIENCIA les presentamos 20 trabajos (un poco más extensos a los que remiten para IBERDIVULGA) que empieza con uno titulado La Felicidad de Dar de Azucena Hernández de la Universidad de Valladolid y del que rescatamos un párrafo que simboliza este trabajo: “En un mundo de obsolescencia programada, de usar y tirar, de competencia y competición, un período de tiempo como éste tiene que ser festejado, valorado, reconocido y considerado feliz. No sólo por los que escriben, coordinan, sufragan y promueven si no por los miles de personas que a lo largo de mucho más de un lustro leen, comentan, usan, reinterpretan, difunden o reflexionan sobre las ideas, propuestas, artículos, materiales, link, tecnologías o sugerencias que entre todas y todos nos vamos regalando para abrir caminos en Iberoamérica que vivencien la Cultura Científica. Así llegando a más personas, lugares, mentes, colectividades ojalá que seamos capaces de buscar y crear, cambios, desapariciones y apariciones, de sociedades más sostenibles, justas y transformadoras.”

El documento se cierra con un extenso trabajo de Dagoberto Ramírez Alarcón, profesor chileno, quien nos comparte sus reflexiones por la educación y que es el autor en marzo de 2017 de un artículo titulado: Desde el entorno personal y la realidad regional/global a la autorrealización: IBERCIENCIA, el hilo de Ariadna del que también destacamos un párrafo “Hacía falta una nueva orientación que integrara las culturas de la sociedad y aquella de los jóvenes, atenta a la diversidad, que favoreciera la ciudadanía y la inserción laboral, y que garantizara una oferta educativa de doce años para todos, en que los alumnos y sus familias asumieran como el valor más importante lograr los objetivos planteados (calidad). Desde el año 2000 (al 2015) se trabajaron los Objetivos del Desarrollo del Milenio y ahora los Objetivos del Desarrollo Sostenible (hasta el 2030). En este contexto social las "Metas Educativas 2021, la Educación que queremos para la generación de los bicentenarios" se asentaron en los ODM para proyectarse en la dinámica del futuro con los ODS: transformar nuestro mundo.”
Equipo IBERCIENCIA

Índice

Presentación
  1. La felicidad de dar. Azucena Hernández-Sánchez
  2. Contenedores. Materiales didácticos para la cultura científica. Mariano Martín Gordillo
  3. Ventana epistemológica a “5 años de fuerza transformadora de la educación”. Reina Cortellezzi
  4. IBERCIENCIA acompaña el cambio de paradigma: la enseñanza centrada en el alumno. Mag. Susana Alicia Bartolotta
  5. Un collar de perlas adorna el cuello de IBERCIENCIA. Severa Contreras Guerra
  6. IBERCIENCIA, el reto de construir desde los profesores cultura científica. Adriana Arbeláez Barrero
  7. Los contenedores de IBERCIENCIA. Carmen Curiel Solís
  8. Intervención académica para la mediación de la lectura a través de los materiales de la CECC-OEI en el medio rural con limitado acceso a los medios digitales. José Heber De León Monzón
  9. ¿Qué es la Comunidad de Educadores por la cultura científica IBERCIENCIA? Lucía Dina Galotti
  10. La educación para la cultura científica como eje de desarrollo mundial. Juan Carlos Gómez Barriga
  11. El encuentro entre la educación y la ciencia. Juan Carlos Gómez B.
  12. Cultura científica para la participación ciudadana. Ana Ma. Gurrola Togasi
  13. IAC - Lo investigo, lo aprendo y luego lo comunico. Liliana R. Habarta
  14. “Energía renovable para una educación renovable, un trabajo interdisciplinario”. Jonás Torres Montealbán
  15. Aproximación (parcial) al contenido de los contenedores. José Javier León
  16. La relación CTS vista a través de un seminario de IBERCIENCIA. Débora Mainegra Fernández
  17. La inteligencia emocional en el arte matemático. María Esther Mejía Lasso
  18. La era de los materiales didácticos-científicos. Miriam Miquilena
  19. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica. Una oportunidad para publicar. Rafael Miranda Garrido
  20. Alfabetización científica y enseñanza de la Historia en la escuela básica. Gerardo Mora
  21. Los rellenos sanitarios: ¿Solución a las basuras? o bombas de tiempo. Julio César Páez García
  22. ¡Felicidad y sorpresa! Aquí el Satélite Planck 2. Fernando Paredes García
  23. La Comunidad de Educadores por la Cultura Científica: Una experiencia exitosa de enseñanza y aprendizaje con los docentes. Laura Pinto Araújo
  24. Profesores + Cultura Científica = IBERCIENCIA. María Isabel Pioletti
  25. Apliquemos herramientas de marketing para incrementar las vocaciones hacia la ciencia. Cecilia M. Rosales Marsano
  26. La Comunidad de Educadores para la Cultura Científica: ¿una colcha de retazos? Adriana Sarmiento Rodríguez
  27. Educación para el aprendizaje y desarrollo de competencias. José Javier Segura Ramírez
  28. Química General y cultura científica en el aula de clase. Raquel Villafrades Torres
  29. Los materiales de la Comunidad de Educadores por la Cultura Científica y su aprovechamiento en el aula de clases. Raquel Villafrades Torres
  30. Dinámica sociopolítica mundial: necesidades, conflictos bélicos... peores carencias. La Educación como instrumento para mejorar la calidad de vida.Dagoberto Ramírez Alarcón

Palabras clave:

Cultura Ambiental desde la Telaraña de la Ciencia

Un pueblo unido al árbol de peinemico Apeiba tibourbou Aunl (Tiliáceas) 

7 de agosto de 2018


José Heber De León Monzón. 
Cd. Hidalgo, Suchiate, Chiapas, México. CBTa 60. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores por la Cultura Científica (CEEC).

La pérdida de la riqueza natural, principalmente plantas y animales, es un discurso tan común en distintos ámbitos, pero ¿qué hemos hecho desde nuestra trinchera para detener ese problema? Es por ello por lo que desde la Red Académica Telaraña de la Ciencia se gestiona la promoción de una cultura ambiental responsable contribuyendo a crear conciencia no sólo por cambios en los hábitos de consumo sino por el cuidado y restauración de nuestros ecosistemas no solo con especies con algún interés productivo.


México es reconocido a nivel mundial por su amplia diversidad biológica, ubicado entre los cinco países considerados como megadiversos, desafortunadamente la dinámica de las actividades humanas de nuestra sociedad han impactado tanto a la flora como la fauna. Los programas gubernamentales dirigidos a la protección del ambiente no siempre logran mitigar la presión que sufren los recursos naturales, en ocasiones desarticulados entre sí, tal es el caso de programas dedicados a la propagación de plantas que no concretan en dar seguimiento para constatar si éstas son ubicadas en sitios que aseguren su viabilidad hasta su edad adulta; pese a los esfuerzos de ser declaradas algunas zonas como área naturales protegidas con el afán de conservar la biodiversidad, en donde no siempre todas las especies son merecedoras de la misma atención.

Existen especies vegetales que no representan beneficios en las actividades humanas por lo que no son considerados en los programas de reforestación, quizás por desconocerse la importancia de su aporte a los ecosistemas o de sus usos y costumbres de ciertas localidades, restándole interés a esas especies nativas “no productivas” por aquellas exóticas con un supuesto mayor beneficio económico.

Entre esas especies nativas en el trópico húmedo se encuentra el árbol Apeiba tibourbou Aunl (Tiliáceas) comúnmente llamado “Peinemico” en la región, que durante años estuvo asociado a una comunidad que en el pasado se denominó con ese apelativo, pues de manera fortuita existió un árbol de esta especie siendo referencia a la parada o estación del autobús por lo que dicho árbol fue considerado como un icono de la población, pero que con el paso del tiempo al ya no existir ha venido quedando en el olvido al no tener el mismo significado para las generaciones actuales.

Es por ello que con ese antecedente, desde la Red Académica “Telaraña de la Ciencia” con un grupo de estudiantes del SAETA del CBTa No. 60 de esa localidad realizaron un diagnóstico a través de encuestas a informantes claves (personas con más de 50 años de residencia) y así recuperar el conocimiento local sobre esta y otras especies que pueden ser consideradas en la zona en riesgo de desaparición.

Durante el recorrido en la zona, los estudiantes fueron testigos de encontrar algunos sitios con árboles talados y rescatar la percepción sobre la conciencia ambiental para el cuidado de la naturaleza, les permitió con la investigación de campo constatar que es notable la falta de información local sobre las especies vegetales nativas, principalmente de aquellas que representan poca importancia para las actividades humanas y, que pese a que el árbol de Peinemico es parte de la historia de la comunidad no logró ser señalado por los encuestados como de interés para la comunidad. Los resultados y la experiencia fueron socializaron por los estudiantes en asamblea de colonos, logrando un cambio importante de destacar entre los ejidatarios para quienes no era prioritario la conservación de árboles nativos, ahora se manifiestan a favor de apoyar iniciativas de propagar especies nativas, en particular el árbol de peinemico; sumándose a este propósito diferentes actores de la comunidad, tal es el caso del exalumno Santiago Mazariegos Álvarez del CBTa No. 60, ahora Ingeniero Agrónomo por la Universidad Autonóma Antonio Narro, que con un grupo de ejidatarios plantaron un arbolito de Peinemico el pasado 12 de julio conmemorando el “Día del Árbol”.

“No existe mejor protección que la sombra de un árbol” ®seberon

Referencia:
De León-Monzón, J.H., D. Barrios-Bocel, M. García-Vázquez, R. Loera-Inclán y M. Orellana-Becerra. Un pueblo unido al árbol de Peinemico Apeiba tibourbou Aunl.
Palabras clave: