sábado, 26 de marzo de 2016

Interdisciplina en el aula … ¿Un paradigma pedagógico o una propuesta atrevida?

Interdisciplina en el aula … ¿Un paradigma pedagógico o una propuesta atrevida?


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26 de marzo de 2016

José Heber De León Monzón. Ciudad Hidalgo, Chiapas, México CBTa 60. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores por la Cultura Científica.
La integración disciplinar es sin duda una buena intención pedagógica que promueve el desarrollo y una formación integral de nuestros estudiantes. Pero, ¿cuál es el nivel de integración que habrá de desarrollarse, la multidisciplina, interdisciplina o transdisciplina? Los estilos de aprendizaje, características, necesidades e intereses del estudiante, la técnica de enseñanza y de evaluación, son cruciales en el diseño instruccional para este propósito.

En la enseñanza tradicional el docente se centra en la transmisión de conceptos y en muchas ocasiones de manera unidireccional, desde una sola disciplina; el aprendizaje se da por lo general de manera memorística, resolviendo situaciones en forma mecánica y no de manera reflexiva.

Las “nuevas” propuestas educativas basadas en el desarrollo de competencias con apertura a la incorporación del diseño de actividades de enseñanza y aprendizaje que se fundamentan en los estilos de aprendizaje de los estudiantes, técnicas de enseñanza constructivistas, considerando aspectos cognitivos, habilidades, socioemocionales y una evaluación holística. En adición, un diseño instruccional que considere las características, necesidad e intereses de los estudiantes para aprender, es fundamental; asimismo, la incorporación de técnicas didácticas que promuevan la autogestión del aprendizaje, tales como integración de contenidos, aprendizaje basado en problemas o proyectos, análisis de casos desarrollados todos ellos en escenarios de aprendizajes relacionados directamente con el entorno del estudiante.

Lo anterior demanda docentes innovadores, capaces en el manejo de situaciones pedagógicas, con dominio en el uso de las TIC’s (Tecnologías de la Información y Comunicación), dispuestos al trabajo colaborativo en colegiados académicos, pues es un hecho que el docente, sin ser experto en todas las áreas, debe propiciar el análisis y abordar los contenidos desde un enfoque interdisciplinario. Para ello, es importante señalar que no se trata sólo de apoyarse en varias disciplinas para abordar una temática sin la interacción entre ellas, pues de esa manera no se contribuye a la resolución de un problema, proyecto, caso o situación determinada; en esta situación la integración disciplinar estaría en un primer nivel, la multidisciplinariedad. Para alcanzar un segundo nivel de integración disciplinar, la interdisciplinariedad, se requiere una interacción plena, es decir, cooperación y reciprocidad mutua en comunión de varias disciplinas, un enriquecimiento mutuo, cada disciplina aportando e integrando contenidos… deseable sería alcanzar un tercer nivel de integración, la transdisciplinariedad, que permitiría analizar el todo para la construcción de un sistema teórico metodológico que dé respuesta, solución, explicación y orientación a una situación dada.

Así por ejemplo, si se desea abordar de manera interdisciplinaria una situación problema de un escenario de la vida cotidiana, como es el uso de antibióticos, las actividades deberán estar diseñadas basándose en los conocimientos previos del estudiante sobre el conocimiento que tiene de lo que es un antibiótico, para que se utilizan, los riesgos para la salud y el ambiente del uso inadecuado de los mismos. En una siguiente etapa del proceso de aprendizaje, el estudiante deberá plantear una ruta de búsqueda de información confiable para la incorporación de nuevos conocimientos, misma que puede ser a través de una investigación de campo o documental, sobre las características estructurales, composición, posología (dosificación), farmacocinética, farmacodinamia (ruta del medicamento en el organismo), resistencia de los microorganismos al ingrediente activo del antibiótico, así como el manejo que habrá de tener productos caducados y su efecto en el ambiente cuando son desechados arbitrariamente. Finalmente, se deberá propiciar una actitud responsable del estudiante sobre la automedicación y manejo de antibióticos para no ocasionar riesgos de contaminación, y en un informe final será expuesto ante sus compañeros, hasta poder ser difundido entre la comunidad por ser un tema de interés para toda persona común de la sociedad.

Como podrá observarse en el ejemplo anterior, a través de la comunidad de indagación, considerando los estilos de aprendizaje, características cognitivas, biológicas, socioemocionales, necesidades e intereses de los estudiantes, partiendo de los conocimientos previos (sin percatarse el estudiante estará aportando en esta primera etapa del proceso, conocimientos relacionados con la química, biología, ecología, matemáticas entre otras posibles disciplinas), ya en siguiente momento, el estudiante hará uso de técnicas de búsqueda de información usando la técnica de la entrevista (investigación de campo) y fuentes documentales, apoyándose en el uso de la TIC; consolidando de esta manera aspectos cognitivos, habilidades y actitudes que dan lugar al desarrollo de competencias y adquisición de conocimientos significativos de distintas disciplinas. Al socializar y difundir la información, ponen de manifiesto sus competencias comunicativas.

Para los docentes ya no debe ser la planeación y conducción del aprendizaje una actividad en solitario, debe ser producto del trabajo colaborativo en colegiados, con ello se sugiere podrá aspirar a que la interdisciplinariedad no sea solo una intención sino una realidad, un paradigma pedagógico que favorezca la formación integral de nuestros estudiantes.
La comunidad es un espacio gratuito a la que os invitamos a uniros.


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viernes, 25 de marzo de 2016

La interdisciplinaridad y la adopción de una higuera


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11 de marzo de 2016

María Elena Guntiñas Rodríguez. Santiago de Compostela. IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.
Siempre defiendo que desde siempre el objetivo de todo profesor es el de que sus alumnos y alumnas alcancen el éxito para lo que recurrirá a todos sus conocimientos, recursos y estrategias que tenga a su alcance, de tal modo que su labor docente resulta ser interdisciplinar, lo cual no fue siempre reconocida.

En los primeros años de mi trabajo docente, esto fue en la década de los ochenta del siglo pasado, impartí clase de Ciencias de la Naturaleza en distintas especialidades de la enseñanza de Formación Profesional (FP) que en aquellos años estaba regulada por la Ley General de Educación de 1970, es decir, antes de las reformas realizadas de esta enseñanza en los años 1990 y posteriores. En aquellos años, la FP era la alternativa a la enseñanza del Bachillerato que tenían los estudiantes al terminar la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), sobre todo, la de aquellos que, por distintas razones, deseaban incorporarse al mundo laboral. Esta FP comprendía tres niveles educativos, que otorgaban los correspondientes títulos, Primer Grado (FPI), Segundo Grado (FPII) y FP Específica, aunque en la práctica, solo se desarrollaron los dos primeros niveles. El título de FPI se obtenía tras aprobar los dos cursos del nivel, 1º y 2º de FPI, y el de FPII al terminar con éxito los tres cursos correspondientes, esto es, 1º, 2º y 3º de FPII. La intención de este tipo de enseñanza se reflejaba en el prólogo de la citada Ley de 1970: ...completar la educación general con una preparación profesional que capacite para la incorporación fecunda del individuo a la vida del trabajo, en base a ello las Ciencias de la Naturaleza se incluyeron enla educación generalde todas las familias, ramas y especialidades de Formación Profesional, es decir, constituía una de las materias comunes de los currícula de esta enseñanza. En consecuencia los estudiantes del Primer Grado tenían que cursar Ciencias en el segundo curso (2º FPI), con una carga horaria de dos horas a la semana, y los de Segundo Grado en primero o en tercero (1ºFPII o 3ºFPII), según la especialidad por la que habían optado, en ambos casos la carga horaria era de tres horas semanales.

Todo lo expuesto anteriormente tiene como objetivo de que lleguen a intuir cual era la predisposición del alumnado de las especialidades de Automoción, Electricidad, Mecánica, Electrónica, Administrativo, Cocina, Delineación y Peluquería y Estética, a las que impartí clases de ciencias, ante el hecho de que tenían que estudiar una asignatura que, según su opinión, no les serviría para nada. Recuerdo que los primeros días de clase me sentía cual gladiadora ante los leones cuando oía: ¡no pretenderá dar el programa!, ¡ni examinar, y mucho menos suspender!; ¡nos negamos a comprar el libro de texto!; ¿no pasará lista y pondrá faltas? ¡¡¡esta asignatura está aprobada porque sí!!!...La confrontación más extenuante se producía en los cursos de 3ºFPII, sobre todo en las ramas de mecánica y automoción, en ellos, casi siempre, solo había varones cuya edad era superior a 17 añosResulta obvio decir que era el pensar de otros tiempos y que, además, mi aspecto de mujer joven y de poca estatura les inclinaba a creer que hablando de ese modo me harían claudicar en mis objetivos en relación a la materia que había que impartir y para con ellos. Como escribe Don Fernando Trujillo, miembro de esta comunidad, tenía proyectos invisibles y sin saberlo era y soy de la misma opinión que Don Mariano Martín Gordillo: Educar es mucho más que enseñar: es humanizar.

Me servía de consuelo saber que mi caso no era único si no muy frecuente entre mis compañeros de las materias comunes, salvo en los casos de las Matemáticas, en todas las especialidades, y de la Física, en algunas, que eran consideradas como muy importantes...suspensos en Matemáticas, bueno, es lógico, son difíciles, pero...en Ciencias es intolerable!!! Conversando con una amiga, profesora de Historia en otra comunidad autonómica, me enteré de que contrarrestaba el sentimiento de frustración generado por el desinterés de su alumnado con la lectura de las obras, críticas, satíricas y rebosantes de humor de Tom Sharpe (Thomas Ridley Sharpe), un antropólogo inglés, desconocido para mi hasta ese momento, y que, entre otros oficios, fue profesor de Historia Europea en el Cambridge Collage of Arts and Technology y Premio de Humor Negro en 1986. Me receté el mismo jarabe y leí alguno de sus libros comenzando por su famoso Wilt (1975), empaticé con su profesor Wilt, relacioné sus grupos Carne 1 y Carne 2 con Cocina 1 y Cocina 2...no cabe duda de que estas lecturas me hicieron pasar ratos muy agradables y me llevaron a la conclusión de que la problemática docente es universal y por tanto debía de seguir apostando por mis proyectos invisibles de los que haré un comentario breve.

Para aminorar el fuerte rechazo que manifestaban los estudiantes, la baja consideración en que tenían a la asignatura de Ciencias Naturales y el elevado fracaso en los exámenes, derivado no solo de su desinterés si no también de problemas de lectoescritura más o menos graves, de comprensión del lenguaje y de desorden, opté por distintas estrategias teniendo en cuenta la especialidad, el nivel y curso al que impartía clase, siendo algunas las siguientes:


  • Introducir en las clases lecturas de noticias publicadas en los periódicos y revistas, tanto locales como nacionales, relacionadas con el temario que se desarrollaba en clase. Con ello pretendía no solo lograr todo lo anterior, si no desarrollar el hábito de leer y buscar información y ahondaba más en ello al pedirles como trabajo complementario un dossier de noticias publicadas en los medios de comunicación de las que tenían que hacer un comentario y establecer su relación con el temario impartido, porque ...Educar es: Aprender a pensar (Marina Garcés).
  • Marcar un libro de lectura para cada evaluación del que había que presentar un trabajo con los apartados mínimos siguientes: Portada, Índice, Resumen, Opinión Personal, Valoración (a valorar se aprende valorando), Vocabulario y Fuentes de Información. Se valoraba también la presentación del trabajo. Esta acción generó fuertes repulsas por parte de los estudiantes y de algunos profesores porque los libros de lectura se correspondían con la asignatura de Lengua y Literatura no con la de Ciencias.Pese a todo la actividad se consolidó y hoy no se discute. Uno de los autores seleccionados fue Julio Verne (Jules Verne, 1828-1905) y de la prolífica obra de este doctor en Derecho, mencionaré y justificaré solamente las más leídas: Viaje al Centro de la Tierra, en ella se tratan temas de geología, mineralogía y paleontología, lo que era importante por su relación con el temario pero además me interesaba por su mensaje de combatir la ignorancia y estrechez de miras mediante el valor, la inteligencia y la bondad. Desconozco la huella que les dejó la lectura de esta aventura, entre otras cosas, por la coherencia del profesor Lidenbrock, de su sobrino Alex y del alquimista Arne Saknüssemm. La vuelta al mundo en ochenta días, por su espíritu de aventura, por ser un tratado de geografía, de ciencias sociales...Uno de los apartados del trabajo correspondiente era trazar en un mapamundi la ruta del viaje indicando las poblaciones y otros aspectos, por ello hubo llamadas a la dirección del centro argumentando que la profesora exigía un nivel universitario...Educar no es fácil. Por supuesto que se leyeron otros autores: C. Darwin, A. Camus, C Allegre, I. Asimov, Gerald Durrell...de los que, tal vez, en una futura ocasión pueda tener la oportunidad de comentarles su papel en mis clases de Ciencias.
  • Elaboración de relojes solares y maquetas del sistema solar, del litoral de Galicia..., todo un éxito, lo hicieron tan bien que dieron pié al montaje de exposiciones abiertas al público y a reseñas y entrevistas periodísticas. Sin mediar la elaboración de un proyecto común los profesores de prácticas se involucraron ayudando a los alumnos a resolver problemas de escalas, eléctricos...Un buen ejemplo de interdisciplinariedad, siempre presente, sin necesidad de papeles intermedios, cuando hay voluntad de educar no solo de enseñar. Con estos ejemplos quiero aportar pruebas sobre la existencia de colaboraciones entre profesores de distintas especialidades y viceversa para lograr un objetivo por lo que no se trata de un modelo actual de enseñanza, tal como manifiesta Florinda González Villafuerte, perteneciente a esta comunidad de educadores, en su artículo La interdisciplinariedad ¿Una moda en educación?

Podría seguir enumerando más acciones y actividades desarrolladas a lo largo de mi carrera docente para conseguir los objetivos anteriormente mencionados, pero corro el riesgo de no aportar nada nuevo y de aburrirles con la lectura, no soy Julio Verne, mas no puedo terminar este escrito sin contarles el hecho que ha dado pié al título del mismo. Un año al comenzar el curso decidí que el proyecto invisible sería ADOPTAR A UN ÁRBOL, porque tenía y tengo presente que no se valora lo que no se conoce y tenía la constancia de que, en general, la sociedad gallega no era consciente del fantástico y maravilloso medio natural que poseía, precisamente por verlo y disfrutarlo desde el nacimiento, y también, es justo decirlo, a que debido a las frecuentes y amargas emigraciones sufridas, las personas que quedaban al cuidado de la hacienda (mujeres, niños y viejos) trabajaban a destajo las tierras para poder sobrevivir y no tenían ni tiempo ni ánimo para apreciar esta maravilla natural si no todo lo contrario. Elegí un árbol por ser un ser vivo macroscópico, inmóvil y de amplia variedad y distribución en esta tierra ya que los alumnos tenían que elegir uno (adoptarlo), identificarlo, situarlo y a lo largo del curso hacer un diario en el que anotarían todos los cambios que sufría, los sucesos relacionados con el mismo...y al final deberían elaborar un trabajo que presentarían para su valoración, por lo tanto deberían elegir uno que tuviesen cercano o bien que pudiesen verlo todos los días. Llegó final de curso, la entrega de los trabajos y su posterior corrección; cogí uno de ellos, cuya presentación dejaba que desear, leí el nombre del alumno, no se destacaba por su rendimiento académico, y comencé a leerlo; al terminar su lectura me invadió una gran satisfacción porque el objetivo se había cumplido. De puño y letra escribió que había comentado en casa el trabajo que tenía que hacer para la asignatura de Ciencias. Entre su abuelo y él decidieron el árbol, que no fue otro mas que la Higuera que tenían debajo de casa. El aspecto inicial en el entorno de la Higuera era desastroso, lleno de inmundicia e impenetrable y él y su abuelo se pusieron manos a la obra: retiraron los restos de electrodomésticos, de ruedas...eliminaron las silvas y, liberada la higuera, continuaron con el entorno. Terminó su relato de la siguiente forma: Ahora, mi abuelo y yo vemos a la Higuera todos los días, está preciosa, nos sentimos orgullosos porque da gusto verla. Hubo otras historias, algunas simpáticas, pero esta a mi también me llenó de orgullo porque rebosaba humanidad.

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La interdisciplinariedad ¿Una moda en educación?

La interdisciplinariedad. ¿Una moda en educación?


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26 de febrero de 2016

Florinda González Villafuerte
Tapachula, Chiapas; México. IBERCIENCIA. Comunidad de educadores para la cultura científica.
Los seres humanos a lo largo de la historia han tratado de comprender la naturaleza generando conocimientos para satisfacer sus necesidades, crear nuevas rutas que posibiliten el mejoramiento en la calidad de vida de los habitantes y para lograrlo la integración de los saberes ha estado presente, la interdisciplinariedad ha estado presente, hablar de ello en los espacios áulicos como si fuera una novedad o una moda no tiene sentido; es simplemente una necesidad.

Si recreamos la actividad docente a partir de mediados del siglo XX en donde se parte de un cambio fundamental en lo que respecta al conocimiento de las ciencias y el papel que el maestro dentro del aula y fuera de ella representaba para la sociedad, podríamos en la actualidad replantearnos si quisiéramos ser maestros con la mirada pedagógica de los últimos 30 años que atomizó el conocimiento y a partir de ahí se vino una fragmentación (por una mala interpretación de lo que es la especialización); recuerdo que los maestros de primaria en mi época (les estoy hablando de 1955 en adelante) tenían a su cargo el grupo que les habían asignado y se permitían dar desde lenguaje hasta deportes pasando por manualidades y comportamiento cívico, presentaban una facilidad para integrar cada una de las áreas con ejemplos cotidianos, nos hablaban de las estaciones del año haciendo hincapié en cada una de las manifestaciones de la materia sin utilizar un lenguaje muy rebuscado y siempre tratando de que se diera esa relación hombre-naturaleza.
Lo que comento líneas arriba lo hago con conocimiento de causa porque provengo de una familia de maestros: mi padre trabajó 54 años hasta que le llegó el momento de partir de esta vida y mi madre se jubiló hasta los 38 años de servicio en la docencia.
Nos enseñaban a sembrar plantitas, a zurcir la ropa, a observar los astros, a contemplar el movimiento del agua en los ríos, a buscar insectos, a criar conejos, pollitos, patos, nos enseñaban a construir una mini granja con la responsabilidad que ello conlleva. Al pasar a la secundaria el cambio tan drástico para los alumnos acostumbrados a estar con un solo maestro en toda la jornada escolar provocaba en algunos un cierto desconcierto por la multiplicidad de relaciones y órdenes diferentes que cada maestro con su disciplina representaba, sin embargo habían algunos profesores que compartían actividades para visualizar conceptos que cada uno de ellos retomaba en su asignatura correspondiente, aún recuerdo al maestro que nos impartía una asignatura llamada “modelado” y teníamos que hacer un órgano del cuerpo humano; primero lo hacíamos en plastilina y enseguida el vaciado en yeso y ese mismo órgano lo utilizaba el maestro de biología para hablar sobre las funciones del mismo y la importancia que éste representaba, así que el trabajo de cada uno de nosotros servía para todos.
Entonces la interdisciplinariedad, que se quiere manejar como un término nuevo acuñado por la dinámica globalizadora y por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es aplicable a las reformas en educación que se están dando en todo el mundo como la solución que vendría a proporcionar la calidad educativa que tanto se pregona; pero en la realidad tiende únicamente a proveer de material humano capacitado para ser atraídos por las grandes empresas, aumentando más el poder económico que poseen, la mirada 100% capitalista ,sin preocuparse del sentido transformador que tiene el conocimiento para el propio ser humano y los grandes cambios que se podrían generar a partir de que los jóvenes se involucren en la resolución de problemas de su entorno con proyectos generados por ellos mismos, tratando de coadyuvar a mantener un equilibrio en este planeta que día con día nos muestra lo que el “hombre inteligente” en su evolución le hemos hecho.
 Es un hecho que la interdisciplinariedad no es un término nuevo, no es una moda, es simplemente una necesidad que tiene que ser rescatada del bote, cajón o escritorio en que fue arrumbada por todas esas modas pedagógicas que han dada al traste con la educación (cuando menos en mi país). La tendencia administrativa sexenal que poseemos en México en donde cada seis años se “inventa” un modo de enseñar por un nuevo Secretario de Educación (que desafortunadamente jamás ha estado involucrado en Educación, que no conoce la situación tan precaria que hay en las escuelas a lo largo del territorio nacional y que su única preocupación es mantenerse en el cargo público por los seis años) y esto se repite cada que hay cambio de poderes ¿Se imaginan lo que esto representa? El docente tiene que empezar otra vez a acomodarse en el nuevo modelo educativo, con las nuevas estrategias, con los nuevos requerimientos, no hay un seguimiento, no hay una preparación, no hay una guía o ruta pedagógica que le dé sentido al quehacer docente.
Debemos como maestros utilizar estrategias que permitan la interdisciplinariedad, organizar eventos en donde el alumno parta de una necesidad social para que en equipo presenten proyectos que permitan incidir en cubrir esa necesidad. La metodología didáctica implementada, así como el uso de la tecnología, entender el lenguaje científico-tecnológico, saber comunicarse utilizando las herramientas actuales, el manejo de la matemática así como el conocimiento del inglés garantizará en buena medida un cambio sustancial en nuestro sistema educativo; hay países que han realizado cambios en su modelo educativo enfocado a la interdisciplinariedad y que le apuestan en el logro de estudiantes con una visión más amplia en la resolución de problemas que afectan a su entorno, uno de ellos es Finlandia y el otro es Japón, estos dos países han logrado a partir de esta integración de conocimientos desde preescolar que los niños sean capaces de resolver pequeños problemas cotidianos poniendo en funcionamiento el cerebro demostrando con ello las competencias adquiridas.
Desafortunadamente nada escapa de lo político, observamos con tristeza como cada país se mueve sirviendo a intereses de los grandes empresarios, de las trasnacionales, luego entonces los maestros tenemos que hacer algo para evitar que nuestros jóvenes al no poder estar acordes con los avances de los países de primer mundo tengan que convertirse en ciudadanos de tercera.
En México ya se tienen algunas instituciones de educación básica, media y superior que trabajan a partir de una interdisciplinariedad con el Método de proyectos buscando la mejoría de los alumnos para abatir un poco la falta de recursos tal es el caso de Chapingo, las Normales, y algunas escuelas de educación básica que tienen proyectos agrícolas, de robótica, de construcción de prototipos, etc. en donde aplican los conocimientos adquiridos para resolver problemas desde la inmediatez por la estadía corta que tienen los jóvenes en las instituciones; sin embargo son pocas las instituciones y los docentes que lo hacen, se requiere entonces que se multiplique, que se tenga muy claro en qué consiste y cuál es la finalidad.
Desde el inicio de estas reflexiones indico que la interdisciplinariedad ni es una moda, ni es algo nuevo, en la década de los años 40 del siglo pasado William Heard Kilpatrick (1871-1965) desarrolló un método activo y creativo: método de proyectos centrada en una actividad práctica de los alumnos que podía ser: manual como una construcción, de descubrimiento como una excursión, de competencia como un juego, de comunicación como una narración, ensayo, cuento.
Los proyectos los clasificó en cuatro grupos:
  • De producción
  • De consumo
  • De resolución de algún problema
  • De perfeccionamiento de alguna técnica
Las características del proyecto didáctico son:
  • Un plan de trabajo manual
  • Una actividad motivada por medio de una intervención lógica
  • Un trabajo manual teniendo en cuenta la diversidad globalizada de enseñanza.
  • Un ambiente natural
La última palabra la tenemos nosotros, si como docentes consideramos el acto o la instrucción como solo una reafirmación de una preocupación cuantitativa de la eficiencia y la especialización estamos cayendo en un pragmatismo que nos aleja de la esencia del ser que tenemos y por el que nos debemos ocupar: nuestro alumno. Como educadores debemos de intervenir, tomar posición y mostrar un camino como decía Paulo Freire (1921-1997), él pregonaba que educar no es ser omiso y que buena parte de una intervención negativa del docente es precisamente el omitirse; el tomar una postura es fundamental ya que la escuela puede servir como práctica para la libertad o como práctica para la dominación. La pregunta que debemos hacernos es ¿Cuál es la postura que voy a adoptar? 
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